ENTREVISTA A FELIX MENDEZ

1.- ¿En tus performances el punto de partida es siempre la crítica socio-política?
No, aunque todo hecho es directa y enteramente político y más quizá, si intenta autodenominarse no-político, entonces el inicio socio-político de mis performances-acciones nace directa e ineludiblemente desde la inconformidad como habitante de esta mini-orbe con aires de grandeza.
2- ¿En qué momento te enemistaste con la Política?
Ser político, hacer política, ser correctamente político implica ataviarse de un discurso (físico, mental, oral y/o espiritual) con el que, seguro no cuento ni en mis mejores pesadillas y como todo lo político intenta solucionar un problema o una problemática, yo intento hacerlo hacia adentro, es decir, solucionar mis problemas, es decir la problemática que puedo ser yo para la sociedad. Desde este punto equidistante hago lo “valederamente” equivalente para lo que yo considero “mi sociedad”. No pudo llegar a lo que escapa a mis horizontes.
3.- ¿Es sin duda que el tema político después de una larga reflexión ha influido en tus propuestas y en tu pintura por así decirlo?
Sabes, que el Perú es contextual, desde siempre, yendo a nuestro pasado cercanísimo, desde los negocios hasta la política, la vida misma, un ejemplo, a inicios de los 90s se pusieron de moda las combis y custers, a inicios de los 2000s las cabinas de internet, los discos piratas y dvds, es una muletilla existencial que persigue a los peruanos y al Perú, en todos sus niveles y estratos, como el grupo la Sarita que se puso de moda cuando estuvo en contra del “chino” y, cuando el régimen cayó, desaparecieron. Ahora viven del recuerdo de su espíritu contestatario. Yo hago “algo” pero jamás quiero llegar a ser un maldito “panfleto” y si así alguna vez sucede, que me trague mis malditas palabras…
4.- ¿En tus entregas “No hay dinero en el universo” o Poetas y Violetas? interactúas casi siempre con los espectadores?
No necesariamente, en un evento con presencia “masiva” o minimasiva seguro que sí, pero si me dieran por elegir, preferiría ser lo más minimalista y discreto posible, porque la sensación de la “acción” siempre llegará a quien deje que llegue a sí.
5.- ¿Quizás hubo proyectos o intervenciones urbanas en la que fuiste censurado alguna vez?
Sí, creo que una u otras más, es que el problema es de la percepción que se tiene en cuanto a una acción y/o performance, los organizadores quieren garantizar el éxito de su evento y para ello elegirán y convocarán a los proyectos màs rimbombantes o que estén cuajados y/o sesgados con alguna tendencia política, pero no hay problemas, las acciones y/o performances se pueden ejecutar en la calle con o sin permiso de la policía, porque yo quiero ser feliz sin permiso de la policía.
6-¿En tus propuestas utilizas el humor agrio, en donde abordas tanto el conflicto como la paz, y de seguro también la depresión?
No sé, si realmente llegaré a utilizar el humor, sino que, algunas de mis propuestas son tomadas como “descabelladas” y en ello arrancan alguna sonrisa y/o carcajada en el espectador o el espontáneo participante. La depresión, no, no, estoy en Lima-Perú no en Haití, Irak o en Chile. Dulce patria recibe los votos con que Chile sus aras juró.
7-¿Finalmente, qué opinas de los festivales de intervenciones urbanas? ¿Crees tu que hay un proceso de selectividad injusta frente a proyectos que puedan quizá ser dejados de lado?
Sí, seguro que sí, y me es perfecto, porque así se demarca la frontera entre lo que se hace por “moda” y lo que se hace realmente, porque la esencia efervece e inevitablemente explotará. Ello me hace intolerante, qué puedo hacer, la intolerancia se combatirá con más intolerancia, sino te pasan por encima, y si uno no es de hule o cava para abajo, muere, y yo, por ahora no deseo morir. Me llamo Félix Méndez y no sé tocar ningún instrumento, desde la perspectiva de la ajena perfección. Tú de mí…

Joseph De Utia
Lima, Marzo 2010

PUBLICADO POR CIRCUIT OF ART

REVISTA CIRCUITO DE ARTE